¿Cuándo será obligatorio tener una caja negra en tu coche según la DGT?

Recuerda que un dummy seguro de coche, aunque nos ayuda a hacerle frente a siniestros que ponen en peligro nuestra propia vida y la seguridad de terceras personas con quienes compartimos la vía pública, no evita accidentes. Cubre los riesgos asociados a la conducción de automóviles y, además de ser obligatorios, son el complemento perfecto para proteger un vehículo, sin embargo, no son suficientes para lograr el objetivo de las autoridades de tráfico: reducir de manera sustancial los accidentes de tráfico y las muertes producto de este tipo de siniestros. 

Por ello, las autoridades a nivel europeo siguen buscando fórmulas basadas en tecnología y sistemas de ayuda a la conducción. Uno de ellos es la caja negra. ¡Conozcamos de qué se trata y a partir de cuándo será obligatoria!

El Registrador de Datos de Eventos o caja negra (como comúnmente se le conoce), es un dispositivo que registra todos los datos de un trayecto o viaje que pueden ser utilizados para esclarecer lo que ha sucedido antes, durante y después de un accidente. Con estos sistemas las autoridades a nivel europeo buscan mejorar la seguridad de los vehículos.

Aunque son muy parecidas a las que llevan los aviones, las cajas negras empleadas en vehículos de carretera no graban ni imágenes ni audios. Tampoco revelan datos sobre el conductor como su identidad o sexo. De hecho, los datos que recopila el dispositivo tampoco pueden utilizarse como prueba para establecer la culpabilidad de una persona en un accidente de tráfico. Tampoco pueden ser empleados por las compañías aseguradoras para subir o bajar el monto de la prima del seguro de coche.

Por sus características físicas (tienen el tamaño de un móvil), se pueden atornillar perfectamente debajo del asiento del conductor sin generar ningún tipo de peligro o incomodidad para los ocupantes del vehículo.

En caso de que ocurra un accidente, la caja negra es capaz de grabar todos los datos durante los 30 segundos previos al siniestro y los 5 segundos posteriores al accidente. De este modo, la caja negra registra datos como:

• Velocidad del vehículo.
• Estado de los sistemas de seguridad (airbag, cinturón de seguridad…)
• Ubicación del vehículo.
• Movimientos de dirección, aceleración y desaceleración.
• Revoluciones del motor.
• Fuerza del impacto tanto frontal como lateral.
• Condiciones meteorológicas en el momento del siniestro.
• Ángulo de giro del vehículo en caso de vuelco.

Para acceder a todos estos datos bastará con que el investigador del accidente acceda a la caja negra a través del puerto OBD del vehículo o desde un puerto localizado en el propio dispositivo. Se trata de un acceso restringido habilitado exclusivamente para las autoridades competentes.

Los primeros obligados a integrar este dispositivo en sus vehículos serán los conductores de turismos. Así tendrán que hacerlo a partir del 6 de julio de 2022 según lo establecido por Bruselas en un reglamento aprobado en 2019. En caso de no instalar el registrador de datos, este tipo de vehículos no podrán recibir la homologación para circular por Europa.

En 2024, la caja negra será obligatoria para todos los coches nuevos que salgan de los concesionarios. Así pues, la Unión Europea calcula que con la implementación de este sistema se podrán evitar hasta unos 25.000 fallecimientos en la carretera y unos 140.000 heridos graves en los próximos 15 años.