Conductor esporádico

Sin entrar en matices, cualquier persona que conduzca un coche de manera puntual estará cubierto por la póliza contratada siempre que su perfil de conductor sea muy similar al del beneficiario del seguro. Dicho de otro modo, si vas a conducir el coche de tu mejor amigo y cuentas con una experiencia al volante equiparable a la del dueño del vehículo, lo normal es que la compañía de seguros no ponga problemas a la hora de aplicar las coberturas recogidas en la póliza de coche contratada.

Sí puede existir un problema si el tomador y beneficiario del seguro permite que su hijo utilice el coche. Y es que, las aseguradoras establecen una edad mínima de 25 años (aunque hay aseguradoras que elevan este número hasta los 28 o incluso hasta los 30 años de edad) y 2 años de antigüedad con el carnet de conducir para que un conductor pueda beneficiarse de las garantías y coberturas contratadas.

Lo más aconsejable es incluir desde un inicio a los hijos jóvenes en el seguro de auto si sabemos que van a conducir el coche de manera ocasional. De esta forma se pueden evitar las noticias desagradables y lo más importante: que nuestros seres queridos queden desprotegidos ante una situación de riesgo.

Si tienes en casa un conductor novel que de manera ocasional utiliza el coche asegurado, lo más recomendable es incluirlo dentro de la póliza, aunque ello suponga un incremento de la prima hasta del 50%.

No hacerlo es correr el riesgo de que en caso de que se produzca un accidente en el que esté involucrado nuestro hijo, la aseguradora no se haga cargo de los daños y perjuicios.

 

Legalmente, mientras estemos conduciendo un vehículo que esté debidamente asegurado no seremos multados a menos que cometamos alguna infracción de tráfico (circular sin permiso o con uno caducado, no usar el cinturón de seguridad, utilizar el teléfono móvil, no portar el permiso de circulación del vehículo…).

Si quien está al volante es un conductor de riesgo, como hemos mencionado anteriormente, la aseguradora podría negarse a correr con los gastos de los daños propios (materiales o personales).

Independientemente de quién esté conduciendo el vehículo en el momento del accidente, la cobertura de daños a terceros sí estará garantizada.

En ningún caso es posible circular sin disponer de un seguro de coche. La Ley de Tráfico obliga a cualquier conductor a contar con un seguro de coche en vigor y que como mínimo contemple las coberturas básicas obligatorias. En otras palabras, la cobertura de responsabilidad civil frente a terceros.

No disponer de un seguro de coche no solo implica no contar con la protección adecuada, sino que dejamos en una situación de desamparo a aquellas personas que de manera involuntaria se ven involucradas en un accidente de tráfico producido por nuestra imprudencia.

Conducir sin seguro supone una de las mayores sanciones y una de las que más refleja la irresponsabilidad de conductores que quitan valor a la solidaridad y responsabilidad. Al fin y al cabo, hablamos de dos valores fundamentales para evitar muertes y accidentes de tráfico.

A la sanción económica que oscila entre los 650 y 2.800 euros hay que añadir que el conductor del vehículo será considerado responsable civil o incluso penal frente a los perjuicios ocasionados a terceros.

Desde Allianz te aconsejamos revisar detenidamente las condiciones particulares de tu póliza. Asegúrate de que toda la información está actualizada y de que cuentas con todas las prestaciones y coberturas necesarias para cuidar de ti, de tus seres queridos y de las terceras personas con quienes compartes la vía pública.

Si necesitas asesoramiento para mejorar tu póliza actual, cuenta con nuestros expertos en seguros de coche. ¡Contacta hoy mismo! 

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