Los swaps o permutas financieras son contratos acordados entre dos partes que se comprometen a realizar una serie de pagos periódicos con flujos monetarios, a cambio de que la otra parte devuelva igualmente flujos monetarios. ¿Para qué sirven y cómo funcionan? Como expertos en seguros de inversión, te lo contamos a continuación.
Un swap es un contrato que se firma entre dos partes que se comprometen a pagarse mutuamente cierta cantidad de dinero, escogiendo un valor de referencia variable (que suele ser el Euribor). Un cliente particular podría echar mano de un swap para transformar los pagos de su hipoteca variable a pagos de interés fijo con el fin de intentar reducir el riesgo de un incremento inesperado de la cuota.
En líneas generales, el término swap puede ser usado para denominar a cualquier intercambio a futuro de bienes o servicios. En el caso de las grandes empresas, los swaps funcionan como mecanismo para transformar pagos fijos a inversores en variables ligadas a los tipos de interés del mercado. Existen también los cross-currency swaps, que permiten formalizar préstamos de divisas extranjeras en moneda local y viceversa. También son muy útiles para aquellas empresas que emiten bonos en otra moneda.