¿Se puede pasar la ITV con la luna rota?

Desde la DGT catalogan la luna del coche como un componente clave en la seguridad del conductor y del resto de los ocupantes. Por esta razón, si tienes la luna del coche dañada, no superarás la Inspección Técnica de Vehículos. Aunque se trate de una rotura mínima (una pequeña fisura o un simple deterioro), se considerará que el vehículo no es apto para circular, puesto que cuando te den el resultado de la ITV esto se calificará como un fallo grave. Así que, debes ocuparte de esto antes de pasar la inspección.

Pero, también es importante que prestes atención a las escobillas limpiaparabrisas. En el caso de que estén deterioradas o no limpien bien la luna esto se indicará, de nuevo, como un fallo grave que debes solucionar cuanto antes.

La luna del coche es un elemento de seguridad pasivo, ya que permite una correcta visibilidad de la carretera mientras conduces. Por eso, no se puede pasar la ITV con la luna rota. Y es que, según el Reglamento General de Circulación, es fundamental que: “la superficie acristalada del vehículo deberá permitir, en todo caso, la visibilidad diáfana del conductor sobre toda la vía por la que circule”.

Por tanto, un pequeño defecto o una grieta supondrán un riesgo en la carretera. Este aumentará si el daño no se arregla y termina empeorando con el tiempo.

Además, los cristales actúan como elementos de seguridad también en el caso de que se produzca una colisión. Pueden proteger a las personas que viajan dentro del automóvil de sufrir daños más graves provocados por el choque.

Por todo esto, no solo no se puede pasar la ITV con una luna rota, sino que, en el caso de que un agente de la autoridad te dé el alto mientras circulas con el parabrisas dañado, podría ponerte una multa de hasta 200 euros.

La buena noticia es que un impacto en la luna del coche tiene fácil solución. En muchos casos, podrán repararte el parabrisas sin necesidad de sustituirlo por completo. Aunque, te recomendamos que contactes con tu compañía de seguros para acudir al centro que te recomienden y que, así, no tengas que pagar nada por el arreglo.

Si te urge la reparación, esta se podrá hacer en poco tiempo y sin complicaciones cuando el daño cumpla con las siguientes características:

●       La grieta está a más de 2,5 centímetros del marco de la luna.

●       El daño es pequeño y no supera el diámetro de una moneda de 2 euros.

●       El desperfecto está en el lado del copiloto y fuera del campo de visión del conductor.

En el caso de que el impacto sea de mayor tamaño y no cumpla con estas condiciones, deberán cambiarte toda la luna. Solo de esta manera estará garantizada tu seguridad cuando circules. De todas formas, en la actualidad, este servicio se realiza ágilmente permitiéndote volver a tener tu coche disponible en poco tiempo.

Como has comprobado, no se puede pasar la ITV con la luna rota, ya que un parabrisas dañado dificulta mucho la visibilidad en la carretera incrementando el riesgo de que puedas sufrir un accidente. Además, recuerda que la luna te protege de la lluvia y del viento, de los insectos y de las temperaturas extremas.

Para tu tranquilidad, contar con un buen seguro de coches evitará que tengas que correr con los gastos si alguno de tus cristales está dañado. Y es que ahora que sabes que no se puede pasar la ITV con la luna rota, no te arriesgues. Así, no tendrás que llevar tu vehículo directamente al taller una vez completada la inspección técnica.

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