Según la Ley 26/2006 de Mediación de Seguros y Reaseguros, ninguna entidad financiera puede obligar a un cliente a contratar un seguro de vida para conceder un préstamo personal. De hecho, esto debe ser voluntario y puede realizarse en una aseguradora externa; una práctica habitual, ya que elegir este producto en un banco incrementa el precio final entre un 30 % y un 50 %.
No obstante, cabe señalar que estas entidades sí pueden exigir la contratación de una póliza a sus clientes en el caso de los créditos para adquirir una vivienda. El seguro de vida para hipotecas de Allianz es una excelente opción, pues cubre tanto estas opciones de financiación como los préstamos personales.