Con el paso del tiempo, los modelos de negocio han ido cambiando, y dónde antes había empresas que triunfaban con sus productos, ahora éstos, han quedado obsoletos y ya no son rentables. Un ejemplo de este cambio son las tiendas de fotografía. Hace veinte años, las cámaras fotográficas con carretes de película eran la única alternativa si querías inmortalizar un momento importante para ti o disfrutar de tu hobby. Un tiempo después, la fotografía digital irrumpió en nuestras vidas y ha sido imparable hasta ahora.
Los negocios que basaban su economía en la venta de este tipo de cámaras, en los carretes y en el revelado de fotos, tuvieron que evolucionar y adaptarse a las nuevas tecnologías, vendiendo también cámaras digitales y servicios de retoque digital o de fotografía de gran formato, por ejemplo. Y de hecho, la fotografía sigue evolucionado y las capturas con dispositivos móviles y tablets están ganando cada vez más mercado.