consejos coche automático

Como con cualquier otro tipo de coche, lo primero que debes hacer es colocar en la posición correcta los espejos retrovisores. Un buen ángulo de visión es clave para conducir con seguridad y evitar un accidente. Para ello, tendrás que centrar el espejo retrovisor interior con la luna trasera y enfocar los exteriores hacia el final de la carrocería del vehículo.

En cuanto a la posición del asiento, procura que la altura no te reste visibilidad del panel de instrumentos. Además, debes asegurarte de que tus rodillas no toquen el chasis. Otro truco para conducir un coche automático con total comodidad y confianza es inclinar el respaldo a unos 25 grados. Es decir que, cuanto más vertical esté, mejor será la conducción.

Un dato adicional para comprobar que estás en la posición correcta para poner en marcha tu vehículo automático es apoyar las muñecas en el volante y asegurarte de que puedes estirar por completo tus brazos.

Otro de los trucos para conducir un coche automático es que, con el motor ya encendido, tendrás que mover la palanca de la posición “N” a la posición “D”. Para que el coche comience a moverse, solo tendrás que pisar ligeramente el pedal del acelerador.

Debido a que las marchas van cambiando de manera automática en función del aumento o disminución de la velocidad, no tendrás que tocar más la palanca de cambios, a menos que quieras dar marcha atrás.

Para detener el vehículo de manera definitiva, debes situar la palanca de cambios en la posición de parking y accionar el freno de mano.

A diferencia de un vehículo que tiene marchas, el automático solo cuenta con dos pedales: el derecho es el acelerador y el izquierdo es el freno. Carece de un tercer pedal (el del embrague), puesto que no es necesario cambiar de marchas. En su lugar, los coches automáticos tienen un convertidor que hace las veces de embrague hidráulico.

Lo habitual es que la palanca de cambios no sufra variaciones de un fabricante a otro. Estas son las cuatro posiciones principales de un coche con transmisión automática:

  • P (Parking). Su función es inmovilizar el vehículo tanto si está aparcado como parado en un semáforo con el motor en funcionamiento. Evita que el coche se mueva, incluso en pendientes con el freno de estacionamiento desactivado. En algunos modelos no es posible arrancar el motor cuando la palanca está en la posición de “parking”.
  • R (Reverse). Como su propio nombre indica, funciona para dar marcha atrás.
  • N (Neutral). Es el punto neutro. Puede utilizarse para realizar paradas breves o cuando estés en un atasco. Ten en cuenta que si en algún momento necesitas asistencia en carretera para remolcar un coche automático debes apagar el motor y colocar la palanca en posición neutral.
  • D (Drive). Es la posición para avanzar o conducir.  En algunos modelos de coches, principalmente en los deportivos, esta función se representa con la letra “S” (Sport).

Para muchos conductores los coches automáticos son sinónimo de comodidad. Y es que no tener que estar constantemente cambiando de marchas es toda una ventaja, principalmente, si vives en una gran ciudad con mucho tráfico.

Otro beneficio de estos vehículos es que permiten conducir mucho más concentrado en el volante sin tener que estar atento a otros elementos, como el cambio de marchas. Respecto al cuidado del motor, las marchas automáticas minimizan las probabilidades de estropear la caja de cambios que suele ser muy cara.

Con esta mini guía práctica para conducir un coche automático ya puedes plantearte si este tipo de vehículos se adaptan o no a tus necesidades y a tu estilo de vida. Si necesitas ayuda para contratar un seguro de coche completo hecho a tu medida, cuenta con el asesoramiento de nuestros expertos. ¡Estamos para ayudarte!

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