Antes de decidir invertir en criptomonedas, es fundamental conocer en qué consisten, cuáles son sus ventajas, a qué riesgos nos enfrentamos cuando destinamos parte de nuestro dinero a estos tipos de activos y cómo podemos proteger nuestra inversión.
En palabras sencillas podríamos decir que las criptomonedas son activos digitales que emplean un cifrado criptográfico. Esto quiere decir que, a priori, la titularidad y la integridad de las transacciones están protegidas. Otra característica importante es que estas monedas no existen de forma física y solo se almacenan en una especie de cartera o monedero digital.
Funcionan gracias al blockchain, que opera como un gran libro de contabilidad compartido donde se registran y almacenan grandes cantidades de información. El elevado sistema de seguridad con el que cuenta la tecnología blockchain impide la alteración e eliminación de los datos albergados. De hecho, está pensada para que se pueda evitar cualquier intento de falsificación del activo digital o la realización de una misma transacción dos veces.
Respecto a su valor, debes saber que este depende de tres factores: la oferta, la demanda y el compromiso de los usuarios. El principal inconveniente que destacan los expertos en este sentido es que este valor se establece en ausencia de mecanismos formales y eficaces que impidan su manipulación.