Si tienes un dinero ahorrado es muy probable que estés pensando en la mejor forma de hacerlo crecer. Si eres de los que prefiere sacrificar la rentabilidad a cambio de minimizar el nivel de riesgo, entonces ya habrás visto que en los depósitos a plazo fijo tienes una oportunidad.
Pues bien, es precisamente el tipo de interés a plazo fijo la cifra que determina la rentabilidad con la que se remunerarán nuestros ahorros. Una de las ventajas es que permanece variable durante todo el tiempo que el dinero esté depositado en el banco. Dicho periodo se establece previamente en contrato y lo recomendable es que lo respetemos si queremos evitar una penalización o una reducción de los intereses generados.