Ventilar de noche
Las horas centrales, esto es, desde aproximadamente el mediodía hasta bien entrada la tarde, son, con diferencia, las menos propicias para abrir la ventana. Lo ideal es ventilar la casa de noche cuando los termómetro den una tregua. Otra opción es ventilar la casa a primera hora de la mañana aunque, si optas por esta franja horaria, no te olvides de volver a cerrarlas si, por ejemplo, debes irte a trabajar o vas a estar fuera varias horas. De lo contrario, a tu regreso tus interiores habrán sufrido un notable incremento de la temperatura y el calor de verano no te dejará parar.
Además, siempre que te sea posible, apuesta por una ventilación cruzada, esto es, no te limites a abrir una única ventana, sino varias con ubicaciones opuestas y, si tienes patio, jardín o terraza, aprovecha para refrescar el suelo al tiempo que para ventilar la casa de noche.
Bajar las persianas
La luz natural es más que recomendable en términos de iluminación de interiores. Sin embargo, cuando hace mucho calor, permitir el paso de los rayos de sol en tu hogar es casi como una invitación a convertir tus estancias en una sauna. Una buena manera de combatir el calor es poner persianas. Estos sistemas actúan como barrera física ante la luz solar, evitando que su incidencia sobre tus ventanas se traduzca en un incremento de la temperatura.
Durante los meses de verano deberás convertir la tarea de bajar las persianas en una rutina, sobre todo, en las horas centrales del día cuando el calor de verano es más que notable. Toldos y cortinas también pueden ayudarte a combatir el calor así que, si aún no los has instalado en tu hogar, este es un momento tan bueno como cualquier otro. Notarás la diferencia desde el mismo momento en que te decidas a combinar el uso de cortinas con la presencia del toldo y el hecho de bajar las persianas.
Uso de aparatos electrónicos y electrodomésticos
En un mundo digitalizado como el nuestro, quien más y quien menos, acumula en el hogar multitud de aparatos electrónicos que, además de facilitarnos la vida, son de lo más eficaces a la hora de desprender calor. En contra de lo que pueda parecer, no sólo los electrodomésticos pueden incrementar esa sensación de que hace mucho calor, también ordenadores, tabletas y hasta el televisor. Sean cuales sean los aparatos electrónicos que tengas en casa, siempre que no los estés usando, desconéctalos completamente. Aunque no lo creas, cualquier pequeño gesto puede ayudarte a combatir el calor de verano y, la tecnología, no iba a ser menos.
Al margen de los aparatos electrónicos, un uso racional de los electrodomésticos de la cocina tampoco está de más para evitar el calor en esta habitación de la casa. Apostar por comidas más ligeras que no impliquen el uso del horno, poner la lavadora por la noche o a primera hora de la mañana o, sencillamente, conectar la campana extractora cuando cocines son pequeños trucos muy efectivos para luchar contra el calor de verano.