EBITDA: Qué es y cómo se calcula

23/07/2021
Significado y cálculo del EBITDA
Controlar los gastos, las obligaciones fiscales, contratar un buen seguro de autónomos...La lista de preocupaciones para quienes se lanzan a la aventura de emprender y ser su propio jefe es extensa. Ni hablar de ese momento en el que disponemos de un capital para invertir en un proyecto o empresa y necesitamos, como es natural, conocer si se trata de una idea viable. A fin de cuentas, es nuestro dinero el que está en juego.

En palabras sencillas, podemos decir que el EBITDA es un indicador financiero cuyo propósito es concluir si una empresa está perdiendo o ganando dinero en relación a su actividad económica. Aplicarlo correctamente nos permitirá obtener una visión de la eficiencia operativa de una empresa y su capacidad de generar beneficios independientemente de su estructura operativa o de cómo se haya financiado.

Los gastos financieros que no se deducen al momento de calcularlo son: intereses por deudas contraídas, impuestos, depreciaciones y amortizaciones.

La fórmula es sencilla y es la siguiente:

EBITDA = Resultado de Explotación + Provisiones + Amortizaciones

Una vez calculado el resultado de explotación, también conocido como EBIT (Earnings Before Interests, Taxes) tendremos que sumar las cantidades correspondientes a provisiones y amortizaciones de activos. ¡Ya lo tienes!

Cuando es positivo indica que un proyecto o empresa es rentable, no obstante, para medir la viabilidad habrá que tener en cuenta otros factores. Puede ocurrir que, aunque el EBITDA sea positivo el resultado del ejercicio sea negativo. Eso quiere decir que, el negocio tiene la capacidad de producir beneficios, pero la estructura financiera no es la ideal.

En cambio, si tanto el EBITDA como el resultado del ejercicio son positivos, es bastante seguro que estemos frente a un proyecto o negocio económicamente viable.

Cuando es negativo conlleva a que el resultado final también sea negativo y ello resta valor a la empresa o proyecto, por lo que no dudes en descartar tu inversión.

Una cosa que debes tener en mente es que el EBITDA no indica la liquidez que tiene una empresa, puesto que para su cálculo no se tienen en cuenta las ventas y compras que aún no se han hecho efectivas. El nivel de endeudamiento de la empresa tampoco se contempla en el cálculo del EBITDA. Esto implica que un resultado positivo puede estar relacionado con el apalancamiento para financiar la operación.

No olvides que para obtener una fotografía global del estado de la empresa, no basta con calcular el EBITDA. Considera otros aspectos como las inversiones realizadas, el endeudamiento adquirido y las ventas efectuadas.

Ahora que ya conoces el significado del EBITDA y cómo calcularlo, te invitamos a conocer cuáles son las ventajas de tener este indicador en mente cuando nos interesa valorar la viabilidad de un proyecto o comparar distintas empresas del mismo sector o compañías que se desempeñan en entornos fiscales diferentes.

●      Calcular el EBITDA proporciona una visión general del crecimiento y desempeño de una empresa.

●      Permite conocer la viabilidad de un determinado modelo de negocio.

●      Proporciona información libre de apalancamiento financiero.

●      Recuerda que, en ningún caso, el EBITDA puede sustituir el flujo de caja. El EBITDA no se utiliza para medir la liquidez de una empresa precisamente porque no tiene en cuentas flujos de tesorería.

●      El resultado puede ser engañoso y, en consecuencia, nuestras probabilidades de tomar malas decisiones aumentan.

●      Es aconsejable limitar el uso del EBITDA para desarrollar informes de gestión. De hecho, las normas internacionales de contabilidad no reconocen el EBITDA como tal.

¿Tienes más dudas al respecto? Ponemos a tu disposición a nuestros asesores financieros. ¡Hoy más que nunca, estamos para apoyarte!

 

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