Si estás pensando en realizar modificaciones en tu moto, debes tener en cuenta que muchas de ellas necesitan una homologación o certificación de acuerdo a la normativa vigente. También tendrás que consultar con el asesor de tu póliza de seguros de moto para confirmar si los cambios que quieres implementar interfieren con la cobertura vigente o si debes hacer algún tipo de ajuste en tu póliza. Por otro lado, hay toda una serie de implicaciones en un proceso de modificación que debes tener en cuenta para que tu moto salga del taller mucho mejor de lo que entró.
Empecemos con las modificaciones posibles y sus condiciones individuales para que puedas planificar los cambios que quieras hacerle en base a ello.
Empecemos con las modificaciones posibles y sus condiciones individuales para que puedas planificar los cambios que quieras hacerle en base a ello.
El chasis: no es posible modificarlo de ninguna manera, ni cambiar la dirección ni mucho menos cortarlo.
El depósito de combustible: tampoco puede ser modificado y nunca debe tener un tapón que sobresalga más de 15 mm. Lo que sí puedes hacer es reemplazarlo en caso de avería, pero debe ser uno del mismo tamaño.
Guardabarros: esta es una de las partes donde puedes ponerte creativo pues las posibilidades de personalizar el guardabarros de tu moto son infinitas. Lo que no puedes hacer bajo ninguna circunstancia es eliminarlo, pues es obligatorio por ley.
Sidecar y asientos: están completamente permitidos, pero tu moto debe estar diseñada para ello o sufrir las modificaciones y homologaciones necesarias para poder instalar uno. Con respecto a los asientos de la moto, no puedes añadir o eliminar ninguno, bajo ninguna circunstancia, ni siquiera con homologación.
Motor: puede ser sustituido por uno igual, pero no puede ser cambiado por un modelo diferente ni alterarse de ninguna forma.