IPC en España: evolución en 2024 y previsión para 2025

IPC en España: evolución en 2024 y previsión para 2025

17/04/2025
El Índice de Precios al Consumo (IPC) es un indicador clave para entender la evolución de la economía, el coste de vida y el poder adquisitivo de los ciudadanos. La comprensión de lo que es el IPC te permite anticiparte a cambios en los precios y tomar decisiones financieras acertadas. Analizamos el comportamiento de este índice en España durante 2024, las previsiones para 2025 y su impacto en distintos aspectos de la economía.
Imagen de un hombre pensativo en traje mientras observa al exterior
En la actualidad, el IPC en España refleja las tendencias de los últimos meses, marcadas por la fluctuación en los precios de la energía, la alimentación y otros bienes de consumo. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el IPC se ha mantenido con cierta estabilidad en los primeros meses de 2025, aunque con ligeros repuntes en sectores clave. 

Durante 2024, el IPC mostró variaciones constantes, con picos en momentos de mayor consumo, como las rebajas de enero o las vacaciones de verano. El año comenzó con un leve incremento debido a la subida en el precio de la electricidad y los combustibles, mientras que en primavera se observó una moderación gracias a la estabilización de los mercados energéticos. El verano trajo consigo un nuevo repunte, impulsado por el turismo y la demanda de servicios, y el cierre del año mostró una ligera desaceleración debido a la contención del gasto en los hogares.

Ante situaciones con cambios del IPC que afectan a la economía doméstica, algunos productos financieros como Allianz Plazo Flexible o Allianz Capital pueden ser alternativas interesantes para quienes buscan preservar el valor de su dinero frente a la inflación.

Entre los factores más destacados se encuentran el precio del petróleo, la política monetaria del Banco Central Europeo y las tensiones geopolíticas internacionales. Asimismo, las condiciones climáticas y los costes de producción agrícola también han jugado un papel clave en la evolución del IPC. La recuperación postpandemia, junto con las disrupciones en la cadena de suministro global, ha seguido afectando la economía española, influyendo directamente en los precios de bienes y servicios.
Las previsiones del IPC para 2025 apuntan a una estabilización progresiva, con una posible moderación de la inflación si se mantienen las políticas de control monetario y la situación energética global se estabiliza. Sin embargo, los expertos no descartan repuntes en ciertos momentos del año, especialmente si el precio del petróleo o de la energía experimenta nuevas alzas. La política fiscal y las decisiones del Banco Central Europeo también jugarán un papel determinante en la evolución de la inflación y del IPC en los próximos meses.

Entre los factores que podrían incidir en la evolución del IPC en 2025 se encuentran las decisiones de política fiscal, el comportamiento del mercado laboral y las posibles disrupciones en las cadenas de suministro global.

Además, la evolución de los tipos de interés y las políticas energéticas europeas tendrán un peso considerable en la trayectoria del IPC. Un incremento en los costes de producción o una caída en la demanda podrían generar escenarios muy distintos.

El IPC está directamente relacionado con la inflación y, por tanto, con el poder adquisitivo de los ciudadanos. Un aumento sostenido del IPC implica que los precios suben, lo que reduce el valor real del dinero y encarece el coste de vida. Esto afecta especialmente a los hogares con ingresos fijos o limitados, que ven cómo su capacidad de compra se reduce en la medida en que los precios aumentan.
En España, los salarios y las pensiones suelen ajustarse en función del IPC. La revalorización de las pensiones es un mecanismo que busca garantizar que los ingresos de los pensionistas no pierdan poder adquisitivo frente al aumento de precios. En el ámbito laboral, las negociaciones salariales suelen tener en cuenta la evolución del IPC para evitar la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores.
Ante un panorama de inflación e incertidumbre, proteger los ahorros y buscar opciones de inversión que ofrezcan rentabilidad resulta clave. Como decíamos, existen productos financieros que ayudan a disminuir el impacto de la inflación en los ciudadanos. Estas soluciones permiten a los ahorradores proteger sus finanzas, diversificar riesgos y planificar un futuro más estable. Con las herramientas adecuadas, es posible proteger el poder adquisitivo. La clave está en anticiparse a los cambios, evaluar las opciones de ahorro y optimizar la gestión del patrimonio familiar.
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