Presentar la declaración del Impuesto de Sucesiones puede convertirse en un trámite engorroso si, de antemano, no nos informamos sobre todas las gestiones previas que hay que llevar a cabo. Para que no se te escape ningún detalle, te explicamos toda la documentación que debes tener preparada:
1. Solicitar el Certificado de Defunción en el Registro Civil. Para ello tendrás que aportar los datos del fallecido y el libro de familia.
2. Pedir el Certificado de Actos de Última Voluntad en el Registro General. Este documento ayuda a saber si el difunto dejó o no un testamento y en caso de que así sea, indicará en qué notaría se encuentra depositado.
3. ¿Qué pasa si el fallecido no dejó un testamento? En ese caso, necesitarás una “Declaración de Herederos”. Se obtiene mediante un acta de notoriedad que se tramita ante la figura de un notario.
Con toda esta documentación ya podrás acudir al notario para solicitar una escritura pública de "manifestación de herencia". En ella se especificará el inventario y el valor de todos los bienes, derechos y obligaciones que integran la herencia del fallecido.
Lo habitual es que con este documento las autoridades procedan a adjudicar los bienes. Si todos los interesados en reclamar la herencia aceptan de manera conjunta la partición de la misma, entonces el notario entregará una escritura notarial única.